Un testimonio directo sobre el consejo de guerra hecho a Companys (I)

31 octubre, 2017 at 8:23 am

Ángel Viñas

Me sugiere un amable lector que traiga a este blog la parte del informe del testigo que presenció el fusilamiento de Companys y que se refiere al Consejo de Guerra a que se le sometió. Lo hago para complacer esta petición con la esperanza de que pueda interesar a otros lectores. Cuando di a conocer el informe en diciembre de 1976 apenas si habíamos salido del dogal de la dictadura franquista. La ley Fraga de 1966 de prensa e imprenta estaba todavía en vigor y sus preceptos se cumplían, aunque ya no a rajatabla. Sin embargo, mi libro titulado EL ORO ESPAÑOL EN LA GUERRA CIVIL había sido secuestrado. Con ello quiero indicar que la publicación de aquel informe había de hacerse con cuidado, tanto por HISTORIA 16 como por quien esto escribe. Ruego, pues, tener en cuenta tal circunstancia. Precisamente para evitar posibles dificultades, el informe fue precedido de una larga introducción. Con ella comienzo este post. Lo continuaré en el próximo. 

 

“Terminada la Guerra civil española los servicios alemanes radicados en España desplegaron una actividad incesante de información acerca de las dificultades, las luchas y la situación del nuevo régimen. Con fáciles contactos en la Administración, en el partido único, en las fuerzas armadas y de seguridad, amparados en la germanofilia de ciertas capas de la población, los diplomáticos y agentes consulares alemanes, los servicios secretos y la Gestapo filtraron hacia Berlín una corriente continua de noticias en torno a la situación de España y los jalones más relevantes que la definieron.

Uno de los documentos más patéticos que, a través de la Embajada alemana en Madrid, encontró vía libre hacia Berlín y la Wilhelmstrasse es el que se refiere al juicio y ejecución de Luis Companys i Jover, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, hace ahora treinta y seis años.

No hace mucho tiempo que Luis Romero, Josep M. Poblet y Josep Benet han rememorado los últimos momentos de Companys (1). Sus afirmaciones encuentran complemento en la nota entregada al cónsul general alemán en Barcelona por un testigo presencial -no identificado en los documentos consultados- del juicio y posterior fusilamiento.

Desde entonces, el Consulado germano en la Ciudad Condal se mantendría atento a las respercusiones que despertó la ejecución de Companys, remitiendo noticias a la Embajada en Madrid.

El juicio y ejecución del antiguo president la Generalitat quedó documentado ante el gran público en el denominado Libro blanco de Cataluña (2), gracias al acta del Consejo de Guerra que lo condenó a muerte. Mucho más tarde, el acta fue reproducida en otra obra de amplia difusión (3). Para complementar el seco documento jurídico, bien conocido, hemos exhumado la patética nota entregada al cónsul general alemán en Barcelona por la persona –“merecedora de toda su confianza”-, testigo presencial del juicio y de la ejecución.

El cónsul alemán atribuyó gran importancia al relato, lo calificó inmediatamente de secreto y lo remitió por vía segura a la Embajada en Madrid. Los servicios de inteligencia de Canaris fueron informados del caso.

El desarrollo del juicio y de la ejecución quedan ilustrados en el relato. El Consulado buscaría más noticias: las circunstancias detalladas en que tuvo lugar el Consejo de Guerra contra Companys se dieron a conocer subrepticiamente en un panfleto de la oposición, distribuído poco más tarde en Barcelona (…) Tanto la nota informativa como la traducción alemana del panfleto de referencia se encuentran entre el material procedente de los archivos de la Wilhelmstrasse, microfilmado por los aliados tras la segunda Guerra mundial. El documento en torno al juicio y a la ejecución de Lluis Companys  i Jover figura en su versión castellana original”.

Tal fue la introducción. Se observará el cuidado puesto en su redacción. Ningún adjetivo comprometedor. Referencia a obras previas, una de ellas ya publicada en España. Humildad. Simple deseo de aportar un nuevo dato hasta entonces desconocido. Lo que me había encontrado por casualidad. El número de HISTORIA 16 no tuvo problemas. Servidor, aparte del que me ocasionó el tema del oro, tampoco. La información sobre el consejo de guerra fue la siguiente que reproduzco en este y en el próximo post.

 

“D.C.I/3316

Barcelona, 15 de octubre de 1940.

NOTA INFORMATIVA

Informe: Sobre Luis Companys Jover

Procedente de la Dirección General de Seguridad, llegó hace unos quince días el que durante el período rojo fue Presidente de la Generalidad de Cataluña.

En esta ciudad debía incoarse el procedimiento correspondiente y verse el Consejo de Guerra que lo juzgase.

Durante la pasada semana se llevan a efecto las diligencias correspondientes, formulando sus conclusions provisionales tanto el fiscal como el defensor. Se señaló el día de ayer para la celebración del Consejo de Guerra.

Durante los breves días en que se procedió a recoger los datos necesarios y se han practicado las oportunas diligencias, Companys ha permanecido alojado en un departamento situado en el Castillo de Monjuich, próximo a la verja del rastrillo de la Plaza de Armas de dicha fortaleza. Como únicas visitas ha recibido las de sus dos hermanas residentes en esta ciudad, siendo atendido debidamente por los servicios de la prisión. En sus conversaciones se ha mostrado tranquilo y resignado ante su próximo fin. Se ha quejado del trato recibido en los calabozos de la Dirección General de Seguridad así como en la Prefectura de Policía de París. Decía que se le había exhibido como a una fiera o ejemplar raro.

Durante la corta estancia de Companys en Montjuich no ha tenido comunicación alguna con los demás detenidos, habiéndose observado en éstos determinada actitud, produciéndose un hecho -el de recibir aquél un escrito en el pan que le servían- y el cual no ha tenido trascendencia alguna.

En el día de ayer y a las diez horas se constituye el Consejo de Guerra que ha de juzgarle y el cual estaba formado por Generales y presidido por el de esta categoría Excmo. Sr. D. Manuel González y González. Las funciones de juez las desempeñó el general Puig, las de fiscal el teniente coronel del Cuerpo Jurídico Sr. Querol y las de defensor el capitán de Artillería, nombrado de oficio Sr. Colubí. Respecto a este ultimo, hay que hacer notar que durante los primeros días del Movimiento perdió a su hermano, capitán de la misma Arma, el cual defendiendo Atarazanas contra la horda roja murió en su puesto; las fuerzas que mandaba este capitán ocasionaron la muerte, el día 19 de julio, al tristemente célebre Ascaso, en cuyo lugar de caída, mortalmente herido, permanecieron depositados ramos de flores en los días siguientes a aquélla. El defensor, Sr. Colubí, le hizo presente esta circunstancia a Companys, si bien y a pesar de ello, le defendería como era su deber.

La vista tuvo lugar en el departamento situado en el frente sur del patio de armas del Castillo y muy próximo al ángulo oeste del mismo; exactamente en el mismo local en que estaba alojada la Sección de Transmisiones del Batallón de Montaña número 1 en el año 1930.

La sala es pequeña. Al fondo se sitúan las mesas para la presidencia, el juez, etc. etc. y en el resto del local hay colocadas sillas para los asistentes. El departamento ha sido recién blanqueado y pintadas sus puertas, así como instaladas luces eléctricas; ya que no tiene prevision de cualquier avería se observan unos “petromax” para sustituir al fluído eléctrico, si fuera necesario.

Prestan servicio extraordinario de vigilancia fuerzas del Ejército, distribuídas por el interior y proximidades de la fortaleza. En el patio de armas se halla formada una sección de la Guardia Civil, al mando de un official. La entrada en el Castillo está restringida a los que directamente intervienen en el proceso o servicio relacionados con él. No obstante, a media mañana, se permite el acceso de varios jefes y oficiales que acuden a presenciar el acto.

Poco antes de comenzar la vista se recibe la visita del gobernador militar de la plaza, el cual inspecciona los servicios establecidos y da algunas instrucciones relacionadas con los mismos. A continuación abandona el Castillo”.

(Continuará)

 

  1. En Historia y Vida, núm 100, julio de 1976, p. 26, en Vida I mort de Lluis Companys, Editorial Portic, Barcelona, octubre de 1976, y en Arreu, número cero, respectivamente.
  2. Ediciones de la Revista de Cataluña, Buenos Aires, 1956.
  3. Catalunya sota el régim franquista, Volum I, Éditions Catalanes de París, 1973, pp. 388-390.