DISPARATES SOBRE “EL ORO DE MOSCÚ”

21 febrero, 2023 at 8:30 am

Angel Viñas

Mientras estaba la semana pasada en Madrid preparé una lista de las estupideces que salieron en las redes en relación con mi libro ORO, GUERRA, DIPLOMACIA. Mi idea era que sirviera de información, para quienes no leen ciertos medios, sobre lo que han dicho, siempre con seudónimo, como está obligado, algunos “lectores” sobre él. Pongo el término “lectores” entre comillas, porque me parece raro que en el lapso de unos días, no más de una semana, se hubieran empapado del contenido. En cualquier caso, no creo que repetiré el intento. Estoy de vuelta en Bruselas y aquí me esperan contenidos más estimulantes.

Los sustituyo, todos ellos, por la última “parida” de una mente calenturienta. La he visto ayer o anteayer en Quora. Una red de información de lo más dispar, a la que alguien me “suscribió (un decir: es absolutamente gratis) y que difunde informaciones sobre historia de los más diversos tipos y períodos. También sobre mores sexuales, pero a lo mejor es lo que quien me “suscribió” pensó que me interesaría. No es el caso. No tengo especial curiosidad al respecto.  

El hecho es que el otro día apareció esta suculenta noticia:

Jose Manuel Pérez 12 febrero 2023

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Que el gobierno «socialista», en su tradición más pura decidió coger 510 toneladas de oro y enviarlas a Moscú bajo las órdenes de Largo Caballero

Y nunca más se supo

193 toneladas de oro restantes, el total de las reservas de España fueron vendidas a Francia

Y nuevamente «nunca más se supo»

Lo habitual entre los gobiernos socialistas.

Pero tranquilo que te dirán que lo robó Franco

1,4 K visitas

Ver 116 votos positivos

Obsérvese: si los gestores de Quora llevan bien la cuenta, este cúmulo de burradas ha tenido 1.400 visitas. Me parecen demasiadas para el parvo contenido que aporta. De ellas, 116 parecen comulgar con la “verdad” que, aparentemente, ha descendido sobre el autor. Lo he buscado con ese nombre. Si se le añade un segundo apellido el primero que aparece en nómina es un colega catedrático. NO ME LO PUEDO CREER. Así que supongo que se tratará de un seudónimo.

El autor no tiene ni la menor idea. Miente como por los cuatro costados. Insulta, indirectamente, al común de los mortales (y probablemente a la mayoría de sus lectores que no dicen ni pío, anegados por el torrente de información).

No es la primera vez que en Quora aparece este tipo de mentiras relacionadas con la guerra civil. Al escribir mi último libro estuve dudando en si incorporar o no alguna sobre el oro. Al final decidí no hacerlo. No quise, por fin, hacerles tal honor en una obra seria.

Esta pequeña anécdota de la que me hago eco en este blog es, sin embargo, más que significa. Evidentemente, la supuesta red de información no tiene el menor control de calidad. Se convierte así de facto en una red de desinformación, muy en consonancia con el Zeitgeist de nuestra época. Cuanto mayores y más exageradas sean las “paridas”, mejor.

Está en la tónica con la que en numerosas redes se conduce la información política y cultural en estos tiempos. Contra ello, ¿qué hacer? Estoy pensando en nuevas posibilidades. Al fin y al cabo, acabo de publicar un libro y he dado a la editorial otro, ya para el año que viene. Sigo apañándome con un tercero, al alimón con un economista e ingeniero industrial catalán, Guillem Martínez Molinos. Vamos a intentar ver lo que hay detrás del caso TEXACO. Que sepamos, la mayor parte de lo que figura en la literatura sobre la guerra civil es pura filfa. Incluso en una reciente historia que pretende, nada menos, que ser “total” y que sigue por los cauces abiertos, por muy limitados y sospechosos que sean.

¿Por qué? Porque en un principio está siempre la disconformidad de lo escrito sobre un tema. En los últimos años me he hecho cuestión de aspectos varios del comportamiento del general Franco, “vendedor de café”, de sus pompas y de sus glorias. ¿Y si tales rasgos hubiesen sido coetáneos de “su” sublevación y de su “cuele” en el vacío de poder que se creó tras la desaparición de los dos líderes, civil y militar, del golpe. Es decir, Don José Calvo Sotelo y el teniente general José Sanjurjo.

Veremos.