En respuesta a un amable comentarista
Ángel Viñas
Ayer se publicó en EL PAIS en red un artículo con una entrevista que me hizo uno de sus periodistas, Manuel Morales, en relación con el libro que hoy sale a la venta. Reproduzco el vínculo:
https://elpais.com/cultura/2021-03-09/los-errores-de-azana-que-facilitaron-el-golpe-del-36.html
La editorial me avisa de que en los pocos comentarios que había suscitado ayer había uno que era el siguiente:
Angel Viñas tiene 80 tacos? Pero si parece un chavalín…
A mí eso de «en los archivos de Roma vi» me suena raro… si tiene pruebas, debería reproducirlas. Zanjaría muchos debates sobre las causas de la Guerra.
El lector lo firma con el seudónimo de “HigoChumbo de la Mata”, indudablemente muy gracioso, pero indescifrable.
Le agradezco ante todo sus buenas palabras hacia mi foto. Es verdad que no aparento los años que tengo. Será porque he llevado una vida relativamente virtuosa y, en lo posible, sana. Además, la pandemia no me ha dejado mucho margen para incrementar la magnitud de mis pecados. También le agradezco la pregunta que me hace en la segunda parte de su comentario.
Como no sé responder en la misma web de EL PAIS, y no me imagino ni por asomo, que dicho periódico, al que agradezco la entrevista muy encarecidamente, vaya a darme espacio para ilustrar a “HigoChumbo”, me permito hacerlo (un día señalado como es hoy para el autor del libro) por medio de este comentario.
Cualquier historiador que se precie, y más si es académico y se expone a las críticas -o elogios- de sus colegas, suele dar sus referencias. Además, si publica un libro con la esperanza, que es la mía, de que lo lea el mayor número posible de personas, se preocupa de ponerlas de relieve.
El resultado de mis pesquisas en los archivos de Roma (Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa -Ejército de Tierra y Aeronáutica- y Archivo Central del Estado) lo expuse en mi libro de 2019 ¿Quién quiso la guerra civil? Historia de una conspiración. En este abordo el tema desde el ángulo complementario de por qué la República no la paró.
También indico en él las referencias (la evidencia primaria relevante de época) en que me baso. Cuando, en un momento, se me olvidó apuntarla, lo indico. En cualquier caso expongo el documento en que la encontré, a saber el expediente personal de un capitán de navío, agregado naval en la embajada en Roma, que figura en los archivos del Ministerio de Estado/Asuntos Exteriores que se hallan en el AGA. Cualquiera puede ir a ellos y verificar que no me inventé nada.
En ambos libros, en el 2019 y en este, he incorporado anexos (más gruesos en la presente ocasión) en los que he reproducido los documentos que me han parecido más importantes. En una segunda categoría, porque encajan con la narrativa, van en el texto mismo. En una tercera los comento, pero no los reproduzco por diversas razones (son largos, prefiero añadir mis observaciones al paso de la narrativa, intercalo cosas que no vienen en ellos, etc.).
De entre los centenares de documentos que he manejado dos son los más importantes: los contratos que Pedro Sainz Rodríguez firmó con los italianos el 1º de julio de 1936 sobre suministros de aviación y la minuta preparada por los funcionarios italianos de cara a la entrevista de Antonio Goicoechea con Mussolini en octubre de 1935. Los primeros los reproduje con todos sus anexos en un libro colectivo de 2013 y reimpreso el año pasado (Los mitos del 18 de julio) y sin los anexos en la historia de la conspiración. En el que hoy aparece no venía a cuento. Los republicanos no se enteraron de ellos.
En ambos casos he dado la referencia. Para los primeros cualquier hijo de vecino puede pasarse por la Fundación Universitaria Española, en la madrileña calle de Alcalá, casi enfrente de la estatua de Espartero a caballo. Allí encontrará la copia original. No hay que ir a Londres, París, Washington, Berlín, Roma o Moscú. Sin dichos contratos, la conspiración queda coja, pero la tesis la he reforzado en el último capítulo del libro que sale hoy. Pedir más a un humilde historiador es como pedírselo a la luna. Tal vez haya más evidencias, pero dejo a otros el honor de encontrarlas.
Para los segundos, hay que ir a Roma, a los archivos de La Farnesina, y consultar en la carpeta “Nominativi”, el expediente “Rivolta Spagnuola, Nominativi, Italiani e Spagnuoli”, en la busta 1109. Naturalmente, puedo equivocarme. Ya lo cuenta la conocida locución latina errare, humanum est (los lectores podrán aprender sobre la misma en https://fr.wikipedia.org/wiki/Errare_humanum_est,_perseverare_diabolicum).
En la página 19 de mi nuevo libro no es difícil encontrar una explicación de mi norma de conducta: No existe historia definitiva. Porque si se trata de historia, no lo es por definición. Si es definitiva, no será historia. Es un principio heurístico al que siempre me he atenido. Y para quien se moleste, y probablemente habrá muchos a quienes el libro que hoy sale les moleste, les recuerdo la máxima de Oscar Wilde que lo preludia: Sarcasm is the lowest form of wit, but highest form of intelligence.
En el refranero castellano hay una expresión también muy apropiada: “quien se pica, ajos come”.
Quién quiso la Guerra Civil es uno de los mejores libros sobre el tema que puede un demócrata tener el placer de leer.
El libro (tapa dura) me acaba de llegar y lo tengo delante. Portada sobria pero sofisticada. La bandera tricolor desgarrada dice más que mil palabras. Formato impecable, calidad del papel excelente. Letra impresa fácil de leer y con buena tinta. Todo un regalo.
Enhorabuena por su gran labor como demócrata e historiador. Ingresa usted para mí en la Trinidad historiográfica de la 2ª República y las causas de la Guerra Civil; los otros dos que le acompañan en mi estantería son Southworth y Preston.
Saludos malagueños.
Veo ahora su correo. Le ruego mil perdones. He tenido problemas para acceder a los comentarios que me llegan por esta vía, porque el blog está lleno de spam dirigido contra mi, evidentemente. Raro es el día que no consigno a la papelera diez o doce mensajes. Si le he escrito ya, desde otra cuenta, la del blog, me excuso por repetir mi agradecimiento.
Le estoy muy reconocido por sus amables palabras. El libro que tanto le ha gustado tiene una contrapartida, relacionada con el tema opuesto de por qué la República no paró el golpe. Se titula EL GRAN ERROR DE LA REPÚBLICA y acaba de salir.
Cordiales saludos
Angel
Hola profesor. En relación a su nuevo libro y dado que se trata el mismo tema, me gustaría que valorara la aportación del libro de «Angosto, Pedro L. (2006). José Alonso Mallol, el hombre que pudo evitar la guerra», si como realmente se indica en el título este funcionario pudo «haber evitado la guerra», con todas las comillas necesarias, o si este libro aporta poco.
Muchas gracias. Conozco el libro y lo he citado en la bibliografía. En lo que al tema se refiere se trata de un libro de libros. Después, en el exilio, aporta cosas nuevas, pero que a mí no me interesan.
Cordiales saludos
Angel Viñas
Ha sido una suerte inmensa encontrar su blog. Tengo 68 años, estudié Económicas en su momento, Universidad de Valencia, donde tuve unos magníficos maestros, especialmente en Política Económica, ahora denominada, creo, de otro modo, recuerdo con especial afecto al desaparecido Manolo Sánchez Ayuso. Me prejubilé de mi trabajo en Banca en el año 2006, debido a enfermedad y desde el año siguiente comencé a asistir, libre, a las clases de Historia de la facultad. Desde hace cuatro años me dedico con la profundidad y consejo de los profesores del departamento de Historia Contemporánea, magnífico profesorado (Ismael Saz, Cruz Romeo Mateo, Marta García Carrión, Pedro Ruiz, Ferrán Archiles y otros muchos)al estudio de la contemporánea, centrándome especialmente en el periodo 1931-1939. En el último año estoy profundizando en Juan Negrín. Tras varias lecturas sobre su figura y su labor política he llegado a la conclusión que es la figura que mejor debiera estar valorada en el socialismo español, al mismo tiempo he llegado a sentir como se deterioraba mi opinión sobre Prieto y en mayor medida sobre Largo. Quiero profundizar todo lo que pueda en la labor política de Negrín. Le indico los libros sobre Negrín que he leído y los previos a los mismos para entender y llegar a las conclusiones, a fecha de hoy, a las que he llegado. El estudio debe ser constante y por eso le indico lo leído y le solicito humildemente su consejo. Pedía consejo al profesor de la facultad Sergio Valero para iniciar un estudio del socialismo español y he leído hasta hoy: Los Socialistas en la política española, La izquierda del PSOE 1935-1936 (Santos Juliá), Negrín (Moradiellos), Juan Negrín, la república en guerra (Ricardo Miralles), Juan Negrín (Jackson) y varios de Helen Graham junto a otros. Le ruego me indique más libros para entender mejor la inmensa labor de Negrín y su injusto olvido. Como licenciado en económicas, y pese a tener casi 69 años, me pregunto si podría hacer algo académico sobre Negrín. Como observará adoro la historia, el martes compraré su último libro. Espero que mi larga conversación no le haya aburrido. Escribí en youtube a Casanova y le alabé el gusto por difundir y compartir los conocimientos, los historiadores a veces se olvidan que hay que bajarse de la tarima y tratar de compartir con el pueblo sus conocimientos, es la opinión de un mero aprendiz como yo. Le doy las gracias de forma anticipada y comenzaré a leer todo lo que pueda de su blog. Con respecto a este señor que le comentó eso, lo mejor es olvidar a quien no sabe, y sobre todo olvidar a quien no quiere aprender.
Angel Más Raga Valencia
Muchas gracias. Naturalmente conozco a muchos de los profesores que Vd. cita. Si le interesa Juan Negrín tengo que remitirlo a mi tetralogia: La Soledad, El Escudo, El Honor y El Desplome de la República (este último con Fernando Hdez Sanchez). Los dos primeros están en el mercado. Los dos últimos se reimprimirán, creo, a finales de año.
Además le interesarán las memorias de Pablo de Azcárate, que edité, AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA. Todos en CRITICA.
Sobre la debatida cuestión del oro le sugiero un vistazo a mi libro LAS ARMAS Y EL ORO, en PASADO&Presente. Me he he abstenido cuidadosamente de hacer una biografía de Negrín. Los hechos hablan por él.
Con cordiales saludos
Angel Viñas
Ignoro el motivo por el que no puedo leer los comentarios, en este caso los 6 existentes ¿pueden ayudarme para poderlos visualizar? Gracias anticipadas