En torno a la leyenda que se fabricó Serrano Suñer (VIII)

27 diciembre, 2016 at 8:30 am

Ángel Viñas

Dejé el post anterior a medio camino de la reflexión de un diplomático en el Foreign Office, Michael Cresswell, encargado de examinar los puntos más importes de lo que cabía extraer de los capturados documentos diplomáticos nazis acerca de las relaciones entre la España de Franco y el Tercer Reich, ya hundido en los escombros del pasado, en el entorno de Hendaya. De aquella somera reflexión se desprendió inequívocamente que los ingleses no estaban dispuestos a comprar la barata mercancía que les vendía Serrano Suñer por medio de su entrevista con Bernard Malley. En este la continuaré hasta principios de 1941.

CITA

“24 de septiembre: conversación SS-von Ribbentrop

Tras el regreso a Berlín de von Ribbentrop de Roma (coincidiendo con el ataque británico contra Dakar) SS menciona el temor español respecto a las intenciones de De Gaulle en África del Norte y pasa a referirse a la “decepción” española ante

  1. Las demandas alemanas de Agadir y Mogador
  2. La escasa empatía con las necesidades económicas

bundesarchiv_bild_183-h04810_joachim_von_ribbentropVon Ribbentrop, como respuesta, ofrece un pacto de diez años entre Alemania, España e Italia que entraría en vigor el día en que diera comienzo el asalto contra Gibraltar. Esto se produciría tan pronto como se terminasen los preparativos necesarios. La actitud italiana ante las peticiones territoriales españolas en África todavía no era clara pero piensa que Mussolini podría aceptarlas.

SS afirma entonces que España rechazó

  1. La cesión de una isla canaria
  2. La cesión de Guinea española y Fernando Poo.

Queda abierta la cuestión de Agadir y Mogador (von Stohrer opina que esto podría resolverse). Cabría llegar a un acuerdo sobre las peticiones económicas alemanas con respecto a Marruecos y la aceptación del control alemán del capital de las empresas británicas y francesas en España [ADAP, D, XI, I, doc. nº 97][1].

27 de septiembre:

Entrevista final entre SS y Hitler en la cual este se refiere al ataque a Dakar y repite la necesidad alemana de bases en Canarias y en la costa atlántica de Marruecos para la defensa hemisférica contra Estados Unidos [ADAP, D, XI, I, doc. nº 117].

Segundo acto

10 de octubre

Carta de SS a von Ribbentrop:  indica que es importante para España que los arreglos discutidos en Berlín no prejuzguen las negociaciones españolas con la Gran Bretaña sobre suministros de trigo de Canadá y Argentina y de combustible. Se habían enviado fuerzas para defender Canarias. Franco teme las intenciones que pueda tener de Gaulle de cara a Orán [ADAP, D, XI, I, doc. nº 172].

23 de octubre

Conversación Hitler-Franco: Franco expresa la gratitud española hacia Alemania. Lucharía con gusto a su lado pero se interponen grandes dificultades. Depende de Estados Unidos y Argentina que siguen órdenes de Londres. Mala cosecha. Hitler responde que está contento de encontrarse por primera vez con Franco. Ambos han tenido que luchar duramente. Resume la situación general de la guerra. Un peligro es que los aliados ocupen las islas delante de las costas africanas. Está aguardando el momento propicio para atacar a Inglaterra. Dificultades con quitar sus colonias a Francia. Inmediatamente declararían la independencia. Está dispuesto a utilizar la ayuda francesa para terminar rápidamente la guerra y debe dar a Francia algo a cambio [ADAP, D, XI, I, doc. nº 220].

(Texto incompleto)[2]

Conversación SS-von Ribbentrop: SS admite que Franco no ha comprendido del todo las conversaciones. Está claro, sin embargo, que los alemanes han cambiado de posición con respecto a Marruecos. No aceptan ya la cesión completa de la totalidad de la zona francesa sino que ahora hablan de tener que dar a Francia compensaciones en otro sitio con el fin de mantener alineado a Pétain contra Inglaterra. (No se mencionan objeciones italianas). Por consiguiente no conviene publicar un pacto entre las tres potencias (por temor a las acciones británicas contra Portugal). Intercambio de cartas secreto. Nueva redacción del pacto firmada cinco días más tarde otorga a España “Gibraltar más territorios en el Norte de África iguales en extensión a los dados a Francia en otros lugares”. La actitud española de mantener secreto el pacto se debe a la necesidad de recibir 100.000 toneladas de maiz y 150.000 toneladas de carne prometidas por Canadá. [ADAP, D, XI, I, docs. nº 221 y 224].

25 de octubre

Informe al embajador alemán en Roma sobre las negociaciones de Hendaya. España espera mucho y no se da cuenta de que las peticiones solo pueden coordinarse tras victoria alemana. Ello no obstante, se ha llegado a un acuerdo[3] [ADAP, D, XI, I, doc. nº 228][4].

Tercer acto

19 de noviembre: Conversaciones en Berchtesgaden entre SS y von Ribbentrop, después de la entrevista con Hitler

Impaciencia alemana por seguir adelante con los preparativos para que España entre en guerra. Telegrama que enviará el embajador alemán en Madrid tan pronto como Franco confirme que España acepta entrar en ella una vez que Alemania haya hecho los preparativos correspondientes, p. ej., en el invierno 1940/1941. Suministros de trigo empezarán inmediatamente nada más recibirse el telegrama. SS propone suministros de 100.000 toneladas de trigo detenidas en Portugal por cuenta suiza y que los alemanes compensen directamente a los suizos. Que dicho suministro no impida la continuación de los envíos británicos. Simultáneamente que 5.000 toneladas de trigo lleguen de Francia. Von Ribbentrop habla de la posibilidad de incluir a Rusia en un frente anti-británico (conversaciones con Molotov) y se entretiene dando ánimos [ADAP, D, XI, 2, doc. nº 352].

Cuarto acto

6 de febrero de 1941:  Carta de Hitler a Franco

Menciona las fatales consecuencias para Franco si Alemania es derrotada. En Hendaya se llegó a un acuerdo para que España no tardase en entrar en guerra. España no recibirá ayuda económica real de Inglaterra pero Alemania está dispuesta a concedérsela realmente, incluyendo 100.000 toneladas de trigo tan pronto como se fije la fecha de entrada. Esta se preveía para el 30 de enero, una vez que las tropas alemanas hubiesen pasado a España el 10 de enero. Así hubiera ayudado a Italia en sus dificultades. Hitler, evidentemente, está exasperado por las evasivas españolas y especialmente por tres temas suscitados poco antes:

  1. Argumentos sobre dificultades económicas planteados al almirante Canaris.
  2. Argumentos de que las Canarias ya tenían suficiente defensa pero que no podrían enfrentarse a un bloqueo.
  3. Argumentos sobre dificultades climatológicas.

Dice que las peticiones españolas con respecto a África se aceptarían en tanto en cuanto puedan reconciliarse con los nuevos arreglos generales en relación con el continente africano que se proponen hacer los alemanes [ADAP, XII, I, doc. nº 22].

26 de febrero de 1941: Respuesta de Franco

Nunca tuvo la intención de entrar tan pronto en guerra. La situación económica española imposibilita sostener una guerra larga y por consiguiente debe tener la seguridad de que con la captura de Suez y no solo de Gibraltar la crisis en el Mediterráneo se resuelva rápidamente. La situación había cambiado desde la firma del acuerdo de Hendaya y este ya no se corresponde con la situación por lo que debe considerarse superado por los acontecimientos [ADAP, XII, I, doc. nº 95.]

FIN DE LA CITA

Hasta aquí el resumen inicial de Creswell. Es obvio que se trataba de una reflexión rápida, como la evolución ulterior se encargó de demostrar. Ya apuntaba, sin embargo, a las líneas esenciales de lo que se deducía de un examen incluso superficial de la documentación alemana. Para los británicos debió de representar un alivio la carta de Franco a Hitler de finales de febrero de 1941. Pero, como no nunca jugaron con la seguridad nacional, no estará de más indicar que no habían, en modo alguno, bajado la guardia. Antes al contrario.

 

(Continuará)

 

[1] Como en el post anterior identifico los documentos diplomáticos en los que puede seguirse la argumentación británica.

[2] Este el resumen, abreviadísimo, de la parte de la minuta alemana que se conserva. Obsérvese que en ella Hitler no enmascaró las dificultades que tenía con Francia, algo que ciertos historiadores siguen pasándose por el arco de triunfo.

[3]  Las itálicas son mías.

[4]  Por motivos de los que no he encontrado constancia, Michael Cresswell omitió la glosa de otros documentos que arrojan más luz sobre el episodio.